jueves, 2 de abril de 2015

Cómo tratar las almas II. O cariño he ascendido a los niños.

Al carajo el publicar cada 3 días; la Pascua es para beber y ociar mientras gente disfrazada de Plastidecor adora a un dios pagano que no otorga conjuros divinos.

Lo cual es una situación ideal para el tema que nos atañe: muerte, reencarnación, gente que vuelve a los siete días porque se había dejado la olla en el fuego, etcétera.

Esta entrada, cómo bien indican las dos ies mayúsculas del título, sucede a Cómo tratar las almas I. En dicha entrada especulaba sobre las posibilidades que daría que el alma tuviese tres partes: instinto, razón y equilibrio/vida. Hoy toca:

C3: línea directa al Otro Barrio con enlace en...

Sí, fantasmas; no conductores de autobús obesos y verdes. Me gusta ver los fantasmas como almas (cuyo cuerpo murió, obviamente) que permanecen en la tierra interactuando en cierto modo con los vivos y no como el eco maligno de una criatura que murió de forma trágica o fue castigada de igual manera.

En La Senda de los Fantasmas (otro en la larga lista de suplementos de D&D 3.5) lo plantean de una forma muy curiosa. Al morir, un humanoide (porque se ve las otras criaturas no tienen almas 2.0) se convierte en un fantasma. Los fantasmas deben viajar a Manifiesto para pasar al verdadero más allá. Aunque pueden hacerlo a mach 4 con la Corriente Etérea y así evitan que los bichos etéreos malos se los coman (suponiendo eso su muerte; dicho de otra manera: llegar al más allá de manera instantánea). Las peculiaridades de dichos fantasmas son que pueden decidir quedarse más tiempo de la cuenta (hasta que suben de nivel y ascienden) y que pueden tomar forma física a base de ectoplasma o bien poseyendo un objeto o criatura.

Me parecen puntos interesantes esos. La "permanencia" después de muerto y la capacidad de tomar formas físicas (pero eso es algo que es casi inherente a la condición de fantasma que me ha hecho tener el cine y otras tantas fuentes). Vamos con la permanencia, pues. Mueres y tu alma se queda encima mirando tu cuerpo hecho mierda, hasta ahí bien. Ahora, ¿qué impide a un fantasma decidir vivir eternamente como tal?. Considero que las almas son una inmensa fuente de poder, los propios dioses las reclamarán sus armas. Una parca a su lado para guiarle por el Etéreo y ayudarle a ascender. Si deciden y logran quedarse los propios mortales intentarán darles caza para usar sus almas en quién sabe qué.

Y la pena de muerte sería un castigo a veces poco condenatorio. Se habrían de crear jaulas de almas, rituales para atraparlas, materiales o métodos para cazarlas, etcétera. En 13 fantasmas emplean algo tan común como el cristal.

¿Artista marcial con puños americanos de cristal para eliminar fantasmas incorporales? NECESITO ese personaje.

Además, cuando te cargas a uno te deja un bonito charco de ectoplasma que bien puede servir para...

(Sí, es una vagina de plástico)

Y una de conclusiones:
  • Las criaturas que tengan alma racional podrían permanecer voluntariamente durante cierto tiempo en el otro lado, resistiéndose a la llamada. Mientras que aquellos que carezcan de dicha alma sólo lo harían al morir de manera trágica (fantasma tocahuevos de toda la vida) y de forma involuntaria.
  • El temor a la muerte sería menor. Ya no se cree en la vida eterna y variantes, sino que se sabe a ciencia cierta. Los funerales podrían tener otro enfoque, así como los mediums y la gente realmente sensible al otro lado.
  • Como fuente de poder que es el alma, los fantasmas (malignos o no) serían cazados por humanos con las armas y preparación adecuada.

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