domingo, 25 de enero de 2015

Cómo tratar las almas I. O sobre muertos vivientes.

Una de las cosas buenas de tener un blog es que si te quejas de algo con buena ortografía acaba pareciendo que tienes razón. Y a eso vengo.

Es obvio que en los juegos de rol se da continuidad a la creencia del alma, y no sólo eso, se le da "coherencia" (al igual que los cuatro aspectos elementales griegos y otras aberraciones científicas). Pero eh, qué coño, vamos a sumarnos al carro intentando hacer de una creencia adaptada al rol un principio con "sentido". Todo el que pueda darle.

Otrora, cuando estudiaba filosofía en Bachiller hubo un concepto que me agradó bastante. La metáfora del jinete y el caballo de Platón. +E. Borgeos está bastante seguro de que fue Freud, pero noAl final va a resultar que ese año en la universidad fue nada más que beber pintas en el Corner. El filósofo griego sugiere que el ser humano tiene tres almas o una divida en tres: el apetito, la pasión y la razón (el “jinete”). Ojo, que lo que voy a escribir aquí es el resultado de las variaciones que he perpetrado yo con fines rolísticos. Si hay algún filósofo puntilloso en la sala que vuelva a su sótano con posters de Star Trek.

Papi Borgeos informa de que esto no es filosofía

También en la mitlología cristiana se divide el alma en tres, primera noticiacuerpo (lo físico), alma (lo relacionado con lo emocional) y Espíritu (lo relacionado con lo espiritual). Esto me viene genial para el enfoque pretendo darle al alma; y éstas serían:
  • La razón. Se ubica en la cabeza; concretamente en el cerebro. Toda criatura con puntuación de Inteligencia posee un alma racional. Las armas mágicas, constructos u otra creación artificial con consciencia son imbuidas con una alma de este tipo durante su creación. Mientras que una criatura que se vea desprovista de ella perdería su capacidad de razonar, su puntuación de Inteligencia y/o quedaría en estado vegetativo.
  • La pasión. O el instinto, se encuentra en la zona estomacal y genitales. El instinto se contrapone a la razón. Son los sentimientos así con el instinto propiamente dicho. Predomina en animales y otras bestias naturales. Carecer de instinto bien podría dejar a su ex-anfitrión como una persona fría sin emociones o bien al nivel de los humanos en la película El incidente.
  • El jinete. O la vida, el más importante de todos. No sólo es aquel que mantiene el equilibrio entre las otras dos (equilibrio relativo en función del ser). Sino que además es lo que mantiene viva a las cosas.

Pues vaya mierda de artículo, ¿no? Que no, hombre. Espera.

Si tengo tres almas para vender podría deshacerme de aquella que menos me interese en un trato con un demonio. Y aún podría hacer dos más. O si me extirpo parte de mi alma racional para dar consciencia a un animal. El familiar sería una parte de ti que impide que te aburras.

A ver, me das la Razón por una vida de éxito. Pero te recuerdo que si me cedes la Vida y el Instinto te puedo hacer eternamente joven y te doy unos cheques regalo para Mierda Markt. Una ganga, Manuel.

Pero eso será otro día. O no. Hoy nos centraremos en la no muerte.

Para levantar a un muerto no sería necesario sacrificar un humano. No me gusta la facilidad con la que se levantan ejércitos de no muertos en D&D, prefiero verlo más duro, algo más parecido a la ley del intercambio de Full Metal Alchemist. Si quieres un siervo animado te vale con sacrificar a un perro. Sería básicamente una transmigración del alma sólo que quién la cede esté muerto. Por eso de que no se arrepienta en el último momento, las pruebas de Voluntad y demás. Esto reduce la existencia de muertos vivientes disparatados limitándolos a unos escasos cuatro tipos, ya que se crean animando cuerpos y no siendo mordido por una viuda vengativa en una noche de luna roja.

  • Espíritu. Almas errantes. Se podrían catalogar en espectros y fantasmas según su grado de consciencia o Inteligencia.
  • Levantado no pensante. Éste es bien fácil: coges un cadáver en tu estado de descomposición favorito, le metes todo excepto un alma racional y voilá.
  • Levantado pensante. Cómo antes pero con las tres. Y si además tiene la buena suerte de recopilar las originales del portador estás llevando a cabo una resurrección.
  • Creado. Haces un ritual y trasciendes. Véanse liches, vampiros, etcétera. Mueres y tu alma regresa a un ahora cuerpo inmortal. Técnicamente un levantado pensante y un liche son lo mismo, pero éste último tiene la cosilla esa de los horocruxes que nos hace tanta gracia.

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Otro liche que se hace un lío con el papel higiénico...

Y quién dice muertos vivientes dice constructos. Antes de nada aclarar que el alma vital es pura energía; de hecho según la tradición judeocristiana el alma "es la principal cualidad identificatoria del movimiento en la materia viviente". Con esa aclaración vamos a suponer que los constructos son animados con dicha energía (pues esas criaturas tienen origen en el gólem judío), no con el conjuro Palabra de poder: lo dice mi polla. Ahora veamos dos ejemplos.

Imaginad que en lugar de un esqueleto vinculo el alma a una armadura. Sí, es un acto de nigro/necromancia, pero con lo que acabo de exponer... ¿técnicamente sigue siendo un muerto viviente?


¿Ambiguo? Sí, lo sé. A estas alturas no sé si el artículo guarda la coherencia que creo ver o no se entiende ni papa.


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