jueves, 8 de enero de 2015

El duro trabajo del Director. O Mamáaa, tráeme un vaso de agua.

Hace unos días, hablando con +E. Borgeos me soltó la siguiente perla «Las reglas tiene que sabérselas el Director, sino vaya puta mierda de Director». Pues no, colega, pues no. A mi gusto, la tarea del Director es la de preparar una partida; normalmente invirtiendo gran parte de su tiempo (durante unos días, de lo contrario es que no tiene nada mejor que hacer) en crear una historia (o lo que salga) para que los jugadores se diviertan. Ya estamos con la cantinela de siempre. Que si el Director trabajaba mucho, que si el Director no tiene tiempo para jugar al LoL. Buh.

¡Mal, Mal! ¿Y si alguien plegunta la edad de la hija del posadelo? Debe quedal pelfecto.

Obviamente no conocer el sistema que diriges es un gran error. Pero eh, que ahora se ponen de moda los juegos indies en los que quién lleva dados es hijo de Satán. Aunque de ahí a que yo tenga que enseñar a todos a jugar y a usar sus PJs hay un paso. A estas alturas de la película reunir a un grupo es algo tan épico como acabar con el último enemigo de la campaña. Me gustaría no tener que perder una hora en explicar como se juega y hacer fichas (exceptuando claro está la típica partida de iniciación a roleros novatos). Si cómo Director dedico parte de mi BTT (Balls Touching Time) a crear/leer una aventura me gustaría que mis jugadores inviertan el suyo en ojear el reglamento. Estamos acostumbrados a que nos den las cosas hechas. No os engañaré, yo tampoco voy a leerme un manual de 365 días, perdón, páginas, pero no lloro si me dan un PJ precongelado. Aunque si que me molesto en leer los apartados de juego básico y lo que influya directamente a mi PJ (o el que me hayan encasquetado).

Esta reflexión hubiese pasado sin pena ni gloria de no ser por un colega que dijo la siguiente frase frente a una propuesta de quedar para jugar «Yo si no hay nada preparado paso de jugar». Con amigos así... Vamos, que al señorito o le preparan una historia (para que luego se la cargue, que nos conocemos ;]) o no juega. Ahora viene el momento de la segunda reflexión. Todos jugamos para divertirnos, pero en el momento en el que tengo que invertir tiempo y esfuerzo para que uno sea feliz ¿qué gano yo? No señores, no creo en el altruismo. Pues el placer de crear un mundo y blablabla, hay muchos y buenos artículos así en la red; éste es de rageo puro y duro. Que menos que un poco de consideración. Yo jamás tendría la desfachatez de irme de putas y en el momento de pagar decirla: «¿Pagarte? Pero si tú también te has corrido».

Luego por si fuera poco, "preparación" incluye llevar tooodo el material: libros, fichas, lapices, dados, etcétera. Pero este tema está sujeto a lo perfeccionista de cada uno. Una de mis próximas entradas será Mi mochila rolera, en honor al artículo homónimo de piedrapapeld20.

Sé perfectamente que esta aglomeración de desvaríos no tienen función alguna, mas si ha de haber una conclusión sería algo del tipo:
Vosotros, jugadores desagradecidos, portaos bien y dejad de tocar los cojones al Director.


2 comentarios:

Borgeos dijo...

Por alusiones he de decir que me mantengo en mis trece. El Director tiene la obligación de conocerse las reglas de su sistema. Que esa obligación sea también compartida por los jugadores es ya otra movida.

Darkiel dijo...

+1 a todo, por algo en casi todos los juegos de rol hay una sección o libro dedicado al director, es como "esto no, pero lo demás te lo tienes que leer cabrón". Otra cosa es que seguramente sea apropiado que el director se sepa todas las reglas mas que nada porque también ejerce de árbitro. El jugador si lleva un guerrero no es necesario que sepa como lanzar conjuros...
Y como opinión personal que sé que mucha gente no comparte, me resulta poco motivador/interesante jugar a un juego del que desconozco las reglas (y no digamos jugar con un pj que no he hecho yo).